La actividad de los seres vivos que se desarrollan en la tierra, como son las raíces de las plantas, las lombrices o el conjunto de microorganismos, es insustituible. Toda esta actividad hay que potenciarla, ya que trabajan la tierra de forma muy eficiente y gratuita.
Por ejemplo, las raíces de las plantas exactamente en sus rizosferas ( es una parte del suelo inmediata a las raíces donde tiene lugar una interacción dinámica con los microorganismos), varias veces superior a la del suelo circundante, y en esa actividad se produce las sustancias responsables de la formación de los agregados y de la estabilidad estructural. Extraen nutrientes de las capas profundas, elevándolos a la superficie.
Las lombrices, no sólo juegan un papel fundamental en la descomposición de la materia orgánica, realizan profundas galerías, remueven grandes cantidades de tierra, mezclan los distintos componentes del suelo y , a través de su segregación gástrica , contribuyen a la formación de agregados
Consideraciones generales
- No labrar por rutina, sino cuando sea necesario, reduciendo al máximo el número de labores y evitando SIEMPRE el volteo de los horizontes del suelo
- Conservar el perfil del suelo o potenciar su formación si es necesario, evitando voltear el suelo o mezclar horizontes.
- No producir alteraciones bruscas en las condiciones del suelo: profundizar en forma progresiva.
- Potenciar el laboreo natural por las raíces y los organismos del suelo.
- Trabajar el suelo en el momento adecuado (tempero)
- No incorporar en profundidad materia orgánica fresca.
- Mantener el suelo cubierto, mediante cubierta vivas.
Fuente:Curso Básico de Agroecología: Horticultura ecológica.
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